Os queremos mostrar un ejemplo de local comercial convertido en un pequeño loft de 55 m2 pero muy confortable. Para que os hagáis una idea, este espacio era un antiguo «compro-oro» que estaba situado en un tranquilo recinto en pleno centro de Málaga capital.
Nuestro principal objetivo: «que nada sea de Ikea», que todo tenga un aire artesanal y que eso se aprecie nada más entrar. Suelos hidráulicos, carpintería de madera a medida, muros aislantes… todo muy pensado para disfrutar de un lugar fresco en verano, bien aislado en invierno, y luminoso.
Además, para separar las estancias, decidimos elevar la zona de la cama con una tarima de madera que alberga 5 espacios de almacenaje de mucha profundidad.
¡Esperamos que os guste!